Saber esperar

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«Vivimos en una época en que ‘esperar’ se ha convertido en una mala palabra. Poco a poco hemos erradicado en la medida de lo posible la necesidad de esperar para algo y el último adjetivo de máxima actualidad es ‘instantáneo'». Laura Potter. Citada por Zygmunt Bauman. «¿Qué hay de malo en la felicidad?»

sillaReconozco que no me gusta esperar… A pesar de lo que diga Laura Potter, las salas de esperas no son un espacio de relajación. Sin embargo, el hecho de que no me guste no significa que no lo haga. Parte de crecer ha significado aprender a postponer lo placentero, pero ¿dónde está el limite? Mis hijos se desesperan con facilidad. Hijos de la globalización y del fast-food, fast-todo sólo quieren que se termine el almuerzo para ir televisión, o jugar con la computadora. Les gusta salir a pasear, pero si fuera en helicóptero, que les ahorrara el tráfico de Lima o la carretera hacia la playa, sería mucho mejor. Creo que a todos nos cuesta, en este mundo complicado y turbulento del siglo XXI, reaprender a esperar, vivir con más paz y serenidad los ciclos de la vida (y de la muerte). Como esperamos los 9 meses a cada uno de mis hijos, viendo como crecía la barriga de Norma, imaginando sus caritas. O viendo crecer al arbolito que sembramos en la puerta de la casa cuando nació José Manuel. O esperando el viaje de vacaciones en familia para mitad de año…

Creo que de eso se trata un poquito la felicidad. Saborear lo que está por venir, preparar el corazón, como decía el Principito de Saint Exuperi. O como una de las últimas entradas del blog de Ángeles Mastretta hablando de Aura Zafra, una monja medio vieja y enferma que no había perdido el sentido por la vida, que tenía la «fiesta adentro» y buscaba las razones para hacerlo. «¿Y cómo se hace», preguntaba Ángeles. «Abriendo ventanas» – era la respuesta. Sí, tenemos que abrir ventanas, no dejarnos embaucar por el facilismo que nos ofrece este sistema impersonal, aséptico. Más bien, ir por el mundo saboreando la vida, con las ventanas abiertas para que entre lo inesperado, el amor y el dolor de los otros…

4 comentarios sobre “Saber esperar

    angelica escribió:
    22 febrero 2009 en 9:59 am

    Bien expresado!!! te hace pensar para que me apuro tanto….al final voy a llegar al lugar indicado al final…..
    lo compartire con todos los apurados que conozco (miles)

    Lucho escribió:
    22 febrero 2009 en 6:42 pm

    …y fijate todo lo q hemos tenido q esperar para que te animes a reactivar tu blog, tus notas son agua fresca para el alma. Pues yo vivo la misma tension, entre la urgencia de los plazos y la necesidad de quedarme estacionado en el mismo lugar hasta terminar de sentir y de pensar lo que hace falta para no perderse el instante. Algun dia podremos abrir un espacio sin tiempo en la quinta dimension cada vez que lo necesitemos… Abrazos!

    Fernando escribió:
    23 febrero 2009 en 12:15 am

    Gracias por tu comentario, Angélica… a pesar de las prisas inevitables de la vida actual, hay que defender nuestro pedacito de cordura, donde podamos disfrutar y saborear la vida, ir a nuestro paso, sentir la brisa… Cada uno sabe cómo y dónde no dejarse ganar por el tráfico…. Saludos

    Fernando escribió:
    23 febrero 2009 en 12:25 am

    Gracias, Luchito. La verdad es que tu constancia con tu blog fue uno de los estímulos principales para crear éste. Como tú, seguramente, es un desafío a estar con los ojos abiertos y ver más allá de lo evidente, aprender a «mirar lejos» como decía Gustavo Gutierrez. Un abrazo. Fernando

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